El presidente Donald Trump anunció su intención de aplicar aranceles de hasta 200% a los medicamentos importados, en un movimiento que suma presión a su ya agresiva política comercial. Aunque señaló que habría un período de gracia de entre un año y 18 meses antes de que entre en vigor, las repercusiones ya están siendo debatidas.
Las principales compañías farmacéuticas advierten que estas medidas podrían aumentar significativamente los precios para los consumidores, desalentar nuevas inversiones en territorio estadounidense y desestabilizar las cadenas de suministro globales.
El anuncio se suma a la serie de aranceles previstos para el 1 de agosto sobre múltiples sectores, aumentando la incertidumbre sobre cómo reaccionarán los mercados y la economía en general.
Mientras algunos defienden la medida como una forma de proteger la producción nacional, otros la consideran una amenaza directa para la asequibilidad de los medicamentos y la estabilidad de la industria.