Microsoft sorprendió al mercado con un acuerdo de hasta $19.4 mil millones con Nebius (NASDAQ: NBIS), una empresa de Ámsterdam especializada en proveer GPUs para entrenar modelos de inteligencia artificial. El contrato, que se extiende hasta 2031, busca asegurar la capacidad de cómputo que Microsoft necesita para mantener la delantera en la carrera de la IA.
Tras el anuncio, las acciones de Nebius se dispararon cerca de 50%, y el efecto se expandió a otras compañías como CoreWeave, que también proveen infraestructura para inteligencia artificial.
Más allá del impacto en el corto plazo, este acuerdo refuerza la idea de que la demanda por infraestructura de IA está lejos de enfriarse. Según Nvidia, el gasto global en este sector podría alcanzar entre $3 y $4 millones de millones hacia finales de la década.
El contrato Microsoft–Nebius muestra que la verdadera batalla de la IA no está solo en desarrollar modelos más inteligentes, sino en asegurar la infraestructura de cómputo que los hace posibles.