A pesar del reciente ataque de EE.UU. a instalaciones nucleares iraníes, los mercados financieros han mostrado una sorprendente estabilidad. El S&P 500 cerró la semana pasada con una caída de apenas 0.2%, mientras que el Nasdaq logró avanzar 0.2%. Aunque los futuros del S&P 500 se desplomaron hasta 0.8% el domingo, ya el lunes por la mañana se habían recuperado.
Para algunos analistas, como Dan Ives de Wedbush, la explicación está en la percepción de alivio: la amenaza nuclear inmediata habría sido neutralizada, al menos por ahora. Sin embargo, aún no se ha confirmado el impacto real del ataque.
Donde sí se sintió el golpe fue en el mercado de petróleo. El crudo Brent superó los $78 y el WTI ronda los $75. Persiste el temor de que Irán cierre el Estrecho de Ormuz, una vía clave para el comercio global. Según JPMorgan, si eso ocurre, el precio del petróleo podría dispararse por encima de los $120, con efectos inflacionarios a nivel global.
Desde Bold Investor, compartimos una visión clara: la inversión a largo plazo exige mantener la calma. Aunque el ruido geopolítico puede sacudir los mercados en el corto plazo, los fundamentos del comercio global y la economía tienden a estabilizarse con el tiempo.