Los futuros bursátiles estadounidenses comenzaron la semana en terreno positivo luego de que el Senado de Estados Unidos aprobara, con una votación de 60 a 40, un nuevo proyecto de ley para poner fin al cierre del gobierno. Si la medida avanza como se espera y es ratificada por la Cámara de Representantes, las operaciones del Estado se mantendrían con normalidad hasta el 30 de enero, mientras se prepara una votación adicional enfocada en el sector salud.
El anuncio generó una respuesta inmediata en los mercados. Los futuros del S&P 500 subieron 0.8%, mientras que los del Nasdaq avanzaron 1.4%, reflejando un retorno parcial del optimismo hacia las empresas tecnológicas tras una semana de pérdidas en la que ambos índices retrocedieron —el S&P 500 cayó 1.63% y el Nasdaq 3.04%— en medio de la incertidumbre política y la suspensión de reportes económicos clave.
Más allá del alivio político, el foco del mercado está puesto en la reanudación de los datos macroeconómicos que habían quedado en pausa por el cierre. Esta semana se esperan cifras clave como el índice de precios al consumidor (CPI) el jueves y los reportes de índice de precios al productor (PPI) y ventas minoristas el viernes. También se encuentra pendiente el reporte laboral de octubre, cuya publicación fue retrasada y que podría mostrar un incremento en los despidos en algunos sectores, alimentando la discusión sobre el estado real del empleo en la economía más grande del mundo.
De concretarse la reapertura total, los inversionistas podrían recuperar parte de la visibilidad perdida durante las últimas semanas. Los próximos días serán determinantes para definir si este repunte inicial en los futuros marca el comienzo de una recuperación sostenida o solo un respiro temporal en medio de un escenario político y económico todavía frágil.





