Los mercados de EE.UU. cerraron la semana con leves avances: el S&P 500 terminó con una ganancia del 0.3% y se mantiene a menos del 1% de su máximo histórico, mientras que el Nasdaq sumó un 1.1%. Sin embargo, la atención de los inversionistas ya no está en los índices, sino en los datos de inflación que se publicarán esta semana.
El miércoles se conocerá el Índice de Precios al Productor (PPI) y el jueves el Índice de Precios al Consumidor (CPI). Se espera que el CPI anual de agosto alcance el 2.9%, frente al 2.7% del mes anterior, lo que aumentaría la presión sobre la decisión de la Fed sobre la inflación.
Desde Wells Fargo advierten que los aranceles no son el único desafío: la inflación en servicios sigue siendo un obstáculo para dar por concluida la batalla contra los precios. A esto se suma la reciente debilidad en el mercado laboral, que podría estar enviando señales más preocupantes de lo que la Fed reconoce actualmente.
Con la próxima reunión de la Reserva Federal programada para el 16 y 17 de septiembre, el CME FedWatch Tool descuenta con un 100% de probabilidad un recorte de tasas. Además, un 10% del mercado incluso anticipa que el recorte podría ser de 0.50% en lugar del 0.25% esperado.
Todo apunta a que la decisión de la Fed sobre la inflación será clave no solo para los mercados, sino también para la confianza de los inversionistas hacia el cierre del año.
