Oracle anunció una emisión de $15 mil millones en bonos corporativos, incluyendo un raro bono a 40 años, con el objetivo de financiar su expansión en infraestructura de inteligencia artificial.
La decisión llega en un momento clave: el flujo de caja de Oracle se volvió negativo en 2024 por primera vez desde 1992, y los analistas proyectan que permanecerá en terreno negativo hasta 2029, debido al enorme gasto en centros de datos y contratos con clientes como OpenAI y Meta.
El financiamiento eleva el apalancamiento de la compañía y encarece los seguros contra impago, alcanzando los niveles más altos desde mayo. Con la transición de liderazgo en curso tras la salida de Safra Catz, el mercado observa de cerca cómo Oracle balanceará crecimiento e inversión frente a disciplina financiera.