Alphabet ganó un importante alivio en su caso antimonopolio. El juez federal Amit Mehta determinó que el Departamento de Justicia se excedió al proponer que la compañía se desprendiera de sus activos más valiosos: Chrome y Android.
El fallo prohíbe los contratos exclusivos y obliga a que Google comparta parte de los datos que utiliza para generar resultados de búsqueda. Sin embargo, le permite mantener acuerdos con navegadores como Apple, siempre y cuando los usuarios tengan la opción de elegir otros motores de búsqueda. Apple reaccionó con un alza de 3% en post mercado.
Lo más llamativo es que el juez señaló que las startups de inteligencia artificial representan hoy una competencia más seria para Google que cualquier buscador tradicional, lo que habría influido en la decisión de no imponer sanciones más severas.
Con este fallo, Google mantiene intactos sus activos clave, aunque bajo mayor supervisión en sus prácticas comerciales y frente a un entorno competitivo cada vez más marcado por la IA.