Warren Buffett está acumulando efectivo. Mucho efectivo.
En su más reciente reporte trimestral, Berkshire Hathaway informó una caída del 3% en sus ganancias operativas, que cerraron en $11.2 mil millones. El resultado fue afectado por una pérdida contable de $3.8 mil millones relacionada con su participación en Kraft Heinz, menores ingresos en su negocio de seguros y un impacto negativo de $877 millones por tipo de cambio.
Sin embargo, lo más relevante no fue el retroceso en utilidades, sino la estrategia detrás de escena:
Berkshire ha sido vendedor neto de acciones durante 11 trimestres consecutivos, liquidando otros $3 mil millones en el trimestre más reciente.
Esto ha llevado su posición de liquidez a un nuevo récord: $344 mil millones en caja. Para ponerlo en contexto, es suficiente para comprar toda la empresa Coca Cola al valor de mercado actual.
Buffett no explicó directamente por qué no está desplegando capital, pero sí dejó claro en su carta que ve un panorama complejo.
Advirtió sobre una “considerable incertidumbre” que podría afectar a muchas de las compañías que integran el holding, en especial si se intensifican las políticas comerciales restrictivas o los conflictos internacionales.
La estrategia es clara: preservar liquidez en un contexto donde las oportunidades abundan, pero también los riesgos.