Nvidia lo ha vuelto a hacer. Por primera vez en la historia, la compañía superó los 4 millones de millones de dólares de capitalización bursátil, consolidándose como la empresa más valiosa del mundo. Este logro refleja la confianza de los inversionistas en su dominio absoluto en la industria de chips para inteligencia artificial.
El auge de la IA ha sido un motor clave. Las GPUs de Nvidia son esenciales para entrenar y ejecutar modelos de lenguaje como los de Microsoft y Meta, que dependen de su tecnología para liderar el mercado.
Pero no todo es optimismo. La compañía advirtió que las restricciones impuestas por Estados Unidos para vender chips a China podrían traducirse en hasta 8 mil millones de dólares en ventas perdidas. A pesar de ello, sus acciones acumulan un incremento del 20% en lo que va del año.
El futuro de Nvidia plantea una pregunta inevitable: ¿puede mantener este ritmo vertiginoso o se avecina una corrección?