La industria de los semiconductores enfrenta un nuevo desafío: el cobre. Un reciente informe de PwC advierte que para 2035 hasta el 32% de la producción global de chips podría sufrir interrupciones debido a riesgos en el suministro de este metal, incrementándose a cerca del 50% en algunos países para 2050.
El cobre es indispensable en la fabricación de chips, ya que conforma miles de millones de pequeños cables en cada circuito. Hoy no existe ningún material que ofrezca el mismo rendimiento y costo, lo que hace que su posible escasez sea una amenaza seria para la industria tecnológica.
La última crisis de semiconductores durante la pandemia nos dejó una lección costosa: los sectores dependientes de estos componentes le costaron a la economía de EE.UU. hasta un 1% del PBI.
Si no se encuentran alternativas o innovaciones pronto, el cobre podría convertirse en el próximo gran cuello de botella para el sector tecnológico.