El lunes, las acciones de Tesla (NASDAQ: TSLA) cayeron un 7%, después de que su CEO, Elon Musk, anunciara la formación de un nuevo partido político. Este movimiento revivió temores entre los inversionistas sobre posibles distracciones y riesgos reputacionales para la compañía.
Analistas advierten que las ambiciones políticas de Musk podrían desviar su atención de Tesla, justo en un momento crítico para la competencia en el sector de vehículos eléctricos.
No es la primera vez que su activismo impacta en el mercado. Su participación en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) durante el gobierno de Trump también pesó en el desempeño de la acción en su momento.
La pregunta ahora es si Musk podrá equilibrar su agenda política con las exigencias de liderar Tesla.